Cambios químicos en el polen incidirían en aumento de alergias

/ jueves, 26 de marzo de 2015 /
En una nota aparecida en sandiegored.com  destacan una investigación que explicaría el incremento y la prevalencia de alergias en el mundo.

Un grupo de investigadores encontró que dos contaminantes, el ozono y el dióxido de nitrógeno, parecen provocar cambios químicos en el polen que podrían elevar su potencia, lo que, en combinación con los cambios climáticos, podría ayudar a explicar por qué las alergias están volviéndose más comunes.
Las conclusiones obtenidas por los expertos del Instituto Max Planck de Alemania, se presentaron el domingo pasado en la 249 Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Americana de Química (ACS, por sus siglas en inglés) en Denver, Colorado.
"Hace mucho que los científicos sospechan que la contaminación atmosférica y el cambio climático tienen que ver con la creciente prevalencia de alergias en todo el mundo", comentó Ulrich Poschl, investigador del Instituto Max Planck. "Comprender los procesos químicos subyacentes de este fenómeno ha resultado difícil", añadió.
"Nuestra investigación es sólo un punto de partida, pero empieza a sugerir cómo se producen modificaciones químicas de las proteínas alergénicas y cómo puede afectar a la alergenicidad", lo que afecta potencialmente a la respuesta alérgica de las personas, apuntó Poschl.
Los especialistas están planificando más investigaciones para determinar cómo otros tipos de polen son afectados por los contaminantes atmosféricos.
Actualmente cerca de 50 millones de personas de Estados Unidos tienen alergias nasales, y esta cifra va en aumento, según el Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología (American College of Allergy, Asthma and Immunology).

Cómo actuar ante un caso de anafilaxia

/ lunes, 23 de marzo de 2015 /
Ante una situación tan apremiante, urge actuar lo más rápido posible. El portal tengoalergia.es nos da algunas recomendaciones.



Si estamos ante un caso de anafilaxia hay que actuar lo más rápido posible. Es una situación que precisa actuación médica urgente y lo primero que debemos hacer es llamar al número de emergencias o a su médico tratante y tranquilizar a la víctima. Si la persona lleva consigo un medicamento de emergencia, ayude a tomárselo a a  inyectárselo. En el caso de que tenga dificultad para respirar, evite suministrar medicamentos orales.

Tenemos que recostarla para que permanezca inmóvil hasta que llegue la asistencia médica. Es necesario aflojar su ropa para ayudarle a respirar. En caso de que vomite hay que ladearla para evitar que se ahogue. Puede ocurrir que la persona deje de respirar, en ese caso se procederá inmediatamente a dar compresiones rápidas en el pecho hasta que llegue el personal de emergencia.

Recuerde:

La anafilaxia es una reacción alérgica grave que se produce ante un alérgeno. Afecta a múltiples sistemas por lo tanto si no se trata de manera adecuada y con rapidez se puede llegar a una situación irreversible.

Cuando esta reacción tiene lugar hay que actuar de manera inmediata. Es importante reconocer  los síntomas, que se producen a los pocos minutos y se van agravando con el tiempo.  La anafilaxia empieza manifestándose con erupciones y manchas en la piel, la cara y la lengua se hinchan y además se tiene dificultad a la hora de tragar. Se experimenta picor en las palmas de las manos y en los pies. A medida que pasan los minutos comienza a ser difícil respirar y se oyen silbidos en la respiración. La persona empieza a sentir ansiedad y mareo, dolor de cabeza y náuseas acompañadas de vómitos y diarrea.

Cuando la anafilaxia alcanza la mayor gravedad la persona afectada ya no puede hablar ni respirar, su coloración adquiere un tono azulado debido a la falta de oxígeno, se producen calambres y convulsiones, y se manifiestan arritmias, palpitaciones e hipotensión. Por último, se entra en un estado de coma que de prolongarse llegará a la muerte.


tengoalergia.es


Antihistamínicos para controlar las reacciones alérgicas

/ miércoles, 18 de marzo de 2015 /
Los síntomas de la alergia se pueden paliar de varias formas. En este post publicado por msolucionacastellana.com nos referimos a los medicamentos antihistamínicos como una opción segura y efectiva de primera mano para evitar esas molestias.
Alergia antihistamínicos
Los antihistamínicos son los medicamentos más empleados en el tratamiento de las alergias. Forman parte del grupo de medicamentos más prescritos a la población general y muchos de ellos pueden adquirirse, además, sin receta médica. Los antihistamínicos se encargan de inhibir los efectos de la histamina, un producto químico generado por el organismo en respuesta a los alérgenos y causante de estornudos, moqueo, picor en los ojos o en la piel o urticaria.
Tipos
  1. Antihistamínicos clásicos o de primera generación. Fármacos que penetran en el sistema nervioso central y causan sedación, sueño, aumento del apetito y otros efectos como sequedad bucal, visión borrosa o estreñimiento. Se transforman rápidamente en el hígado, por lo que es necesario tomarlos tres o cuatro veces al día.
  2. Antihistamínicos no sedantes o de segunda generación. Penetran menos en el sistema nervioso central y son más seguros para la realización de actividades cotidianas que dependen del grado de somnolencia (conducir o rendimiento laboral y escolar). Sus características farmacológicas permiten, en la mayor parte de los casos, su uso en dosis única diaria.
Conviene saber:
Tomar los antihistamínicos de forma regular durante la temporada de alergia. Si no se hace, el alérgico puede experimentar efectos secundarios más notables y menos eficaces para el control de los síntomas.
Mantener horario idóneo, especialmente si los antihistamínicos producen somnolencia.
Aumentar gradualmente el uso. El organismo necesita acostumbrarse gradualmente a la medicación. Eso sí, siguiendo siempre las indicaciones de nuestro médico.
- Tener en cuenta los efectos secundarios. Estos medicamentos no favorecen a todas las personas. Lo normal es que provoquen somnolencia. Sin embargo, a veces tienen el efecto contrario y pueden producir agitación o comportamiento hiperactivo.
¿Por qué dan sueño los antihistamínicos?
Una de los efectos provocados por los medicamentos antihistamínicos es el sueño. Esto es así porque una de las funciones más importantes de la histamina es mantener despiertas a las personas. Un 40% del total de los receptores de la histamina se encuentra en el hipotálamo, que regula, entre otras cosas, los ritmos de sueño y vigilia. Al inhibir la histamina, los antihistamínicos tienen, por tanto, un efecto sedante que varía en función de cada fármaco y cada persona. Este efecto sedante es mucho más propio de los antihistamínicos clásicos.
La somnolencia y otros efectos secundarios de los antihistamínicos tienden a mejorar en los primeros días de tratamiento.
¿Pueden tomarse antihistamínicos durante el embarazo y la lactancia?
Lo aconsejable durante el embarazo es evitar cualquier tipo de medicación que no sea imprescindible. Sin embargo, los datos epidemiológicos no sugieren un aumento de riesgo fetal o de malformaciones asociado al uso de estos antihistamínicos clásicos.
En cuanto a la etapa de lactancia, más de lo mismo. Los estudios sugieren que el lactante, en el caso de que la madre tomara antihistamínicos, recibiría sólo el 1% de la dosis administrada a la madre, por lo que el riesgo de efectos adversos sobre el bebé es prácticamente inexistente.
msolucionacastellana.com

Asma y afecciones respiratorias se tratan efectivamente con inmunoterapia

/ lunes, 9 de marzo de 2015 /

 ºº Este tratamiento a través de vacunas o gotas colocadas debajo de la lengua permite modificar el sistema inmunológico a fin de desensibilizarse ante ciertas partículas presentes en el aire.



Una de las afecciones que causan más alarma y emergencias desde los primeros años de vida, son las reacciones alérgicas que se producen abruptamente debido al contacto con factores ambientales, que se traducen en cuadros de asma, rinitis y otras enfermedades respiratorias.
Tales reacciones alérgicas se evidencian con estornudos, congestión nasal, picazón y goteo posterior de la nariz, lagrimeo o hinchazón de los ojos, así como síntomas de asma (Tos, sibilancia, opresión en el pecho y dificultad para respirar).

Esta respuesta del organismo ante un alérgeno que  pudiera ser polvo, moho, polen, o el contacto con ciertos animales, entre otros, puede atenuarse con un tratamiento dirigido a aliviar los síntomas.

No obstante, la ciencia médica ofrece otras posibilidades que apuntan a la causa  precisa de estas molestias, desensibilizando al organismo frente a determinado alérgeno a través de la Inmunoterapia.
“Bien sea a través de vacunas o de gotas administradas debajo de la lengua, la inmunoterapia sigue siendo el único tratamiento capaz de alterar el curso natural de las enfermedades alérgicas, impedir el desarrollo de asma en los pacientes con rinitis alérgica, o evitar el desarrollo de nuevas sensibilizaciones”, así lo señaló la médica alergóloga e inmunóloga, directora del Centro Nacional de Alergia, Asma e Inmunología (Cenain), Dra. Gabriela Guerra Khliefat.

Explicó que este tipo de vacunas se elaboran a partir de cantidades mínimas de los alérgenos causantes, para que el sistema inmunológico se vuelva menos sensible y deje de producir esas reacciones indeseables que, de no controlarse, atentan severamente con la movilidad, la funcionalidad y en algunos casos, hasta con la vida de los pacientes.

A juicio de Guerra Khliefat, la efectividad del tratamiento con inmunoterapia tiene una duración de 3 a 5 años pero el alivio de los síntomas se siente a los pocos meses. Además reduce la necesidad de tomar otros medicamentos para las reacciones alérgicas y proporcionan una mayor calidad de vida.
@AlergiasCenain
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La alergia es una respuesta exagerada (reacción de hipersensibilidad) del sistema inmunológico del paciente que identifica como nocivas determinadas sustancias inocuas (pólenes, polvo, animales, etc.) provocando una serie de alteraciones inflamatorias de la piel y mucosas, que originan los diferentes síntomas y signos de las enfermedades alérgicas.





¿Alergia a las proteínas de la leche o intolerancia a la lactosa?

/ lunes, 2 de marzo de 2015 /
No debe confundirse la alergia a las proteínas de la leche de vaca con la intolerancia a la lactosa. Aquí compartimos la explicación que nos ofrece el portal http://alergiayasma.es/

El sistema inmunitario de las personas que son alérgicas a la leche de vaca reacciona de forma anómala frente a una o más de las proteínas presentes en la leche.
La intolerancia a lactosa, por su parte, es una afectación del aparato digestivo con imposibilidad para digerir adecuadamente la lactosa (que es, como hemos señalado, un azúcar presente en la leche) debido a una deficiencia de la enzima llamada lactasa, la cual, en condiciones normales, se encarga de descomponerla para que pueda ser adecuadamente absorbida. Sus síntomas son variables, pero pueden incluir dolor abdominal, diarrea, distensión de abdomen y/o flatulencia.

Aunque ambas enfermedades se producen por mecanismos completamente diferentes, en ambos casos la abstinencia de leche y derivados (productos lácteos) evita los síntomas. No obstante, en el caso de la alergia, por la implicación del sistema inmunitario los síntomas aparecen rápidamente tras la ingesta (hablamos de hipersensibilidad inmediata): lo habitual es que lo hagan en cuestión de minutos, aunque a veces pueden tardar algunas horas en aparecer. Pueden afectar a muy diversos órganos del cuerpo: la piel, las vías respiratorias, el propio aparato digestivo, … En los casos más graves puede dar lugar a la llamada reacción anafiláctica, de la cual ya hemos hablado en otras entradas de este blog. En el caso de la intolerancia a la lactosa, por su parte, al no estar implicado el sistema inmunitario los síntomas suelen estar limitados al aparato digestivo (salvo en los casos extremos, en los que a largo plazo puede aparecer malnutrición con pérdida de peso).
 
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